1 de abril de 2018

La hora del baño, ¡al agua patos!

Dos años después y echando la vista atrás, recuerdo todos los cambios que hemos tenido que ir haciendo a la hora de BAÑAR A NUESTRO OLORABEBÉ.
Es una de las tareas que los nuevos papás tienen que afrontar cuando llegan a casa, y que no es nada sencilla. Nadie te prepara para ella, y conseguir que tu olorabebé esté cómodo en este momento es complicado en muchas ocasiones. Os cuento como me las ingenié.

En un primer momento y hasta que la herida tras la caída del cordón umbilical no estuvo bien curada, me decanté por el BAÑO EN SECO. Utilizaba para ello el cambiador, en el que colocaba una toalla grande. Luego, con una toalla tipo guante, que previamente había calentado y humedecido, frotaba suavemente su cuerpo de cabeza a pies, y baño listo. El jabón prácticamente ausente, salvo para la zona del culete. Terminado el baño, envolvía a mi olorabebé en una toalla calentina y retiraba todo lo usado anteriormente del cambiador, para secar e hidratar. En cuanto al secado, recomendaros que pongáis mucho empeño en los PLIEGUES de cuello, rodillas y brazos (sobacos y codos), donde no puede quedar NADA DE HUMEDAD. Yo usaba en estas zonas, después de la toalla, un papel que absorbiera bien toda la humedad que pudiese quedar.

Superado el baño seco, iniciamos el BAÑO EN BAÑERA PORTATIL.
No es ninguna bañera especial, es la típica bañera de bebés. Las primeras veces fueron un auténtico caos que acababan en un baño seco de nuevo. Lo primero que cambiamos fue la bañera que usábamos, era una stoke plegable muy chula pero no nos acostumbrábamos a ella, mi olorabebé lloraba y lloraba cuando se veía en ella. Yo achaqué esta irritación por su parte a los golpes que se daba en brazos y pies cuando estaba allí dentro, y es que se movía mucho en el agua. Solo puedo decir que menos mal que la bañera en cuestión me la habían dejado porque sino me da mal. Seguimos en nuestro empeño de conseguir hacer un baño no seco y probamos con otra BAÑERA más AMPLIA y con las paredes algo más bajas, todo un acierto, los inicios de baño ya eran relajados, no había llantos al verse allí dentro, estos empezaban un rato después, jajajajajajaja. Me recomendaron poner en el lugar donde la bañábamos MUCHA TEMPERATURA, y yo que acepto los consejos que no me parecen un disparate, lo probé. Dos minutos antes del baño ponía el calefactor de aire a tope de temperatura, yo me ponía como para ir a la playa en plena ola de calor y, al agua patos...¡funcionó!...se acabaron los lloros y a sonreír en el agua. Acabé incorporando a la bañera una HAMACA DE PLÁSTICO donde tumbar a la anguilita porque se movía tanto que tenía miedo que se me escurriese de los brazos, tengo que reconocer que fue una buena idea.

La hamaca le daba estabilidad, una mejor postura, me permitía hacer un baño más cómodo, creo que conseguí que se sintiese con más confianza porque se reía más; en este momento se acabaron los lloros durante el baño.
Os informo de que si el baño lo haceis en una habitación distinta a la que luego teneis preparada para secar e hidratar, pongais esta segunda habitación también en modo caribe.

Así estuvimos muchos meses, pero crecía tan rápido que en cuanto alcanzó con los pies en una de las paredes de la bañera, hacía fuerza y saltaba hacia arriba. Inmediatamente cambiamos al BAÑO-DUCHA. Aún no estaba preparada para estar sentada asique esto fue lo que se me ocurrió. En nuestra bañera, la que todos tenemos en casa, ponía la hamaca y pasamos a usar la ducha para hacer el baño. Menudo juego me daba la manguera y como le gustaba. Cuando ya tenía fuerza y vi que se apoyaba en el suelo de la bañera, empecé a idear como continuar con los baños de otro modo, con la fuerza que tenían esas piernecitas temía que volcase. Además ahora ya era capaz de sentarse por lo que era hora de cambiar.

Increíbles los cambios que dan, a los que nos tenemos que adaptar en poco tiempo. Mirar todo lo que os he contado y estaríamos en los seis meses, una pasada.

Imagino que a estas alturas estaréis pensando en los asientos que venden para bañarlos.
Esos asientos en los que están encerrados por la cintura y que por muy seguros que sean a mi no me gustaban. Otro trasto más en casa para cuanto tiempo, ¿tres o cuatro meses?, neuronas para que os quiero.

Tras unos días pensando y dando una vuelta por los pasillos de  artículos de bebé de un centro comercial, encontré la solución, una BAÑERA HINCHABLE con un "montículo" que hinchado queda entre las piernas del bebé impidiendo que se escurra.
Durante los primeros meses se mantenía en posición tumbona y poco a poco se fue incorporando por sí misma. Pasados los 18 meses le quité esa sujección central y hasta los 24 meses chapoteamos en ella sin parar. Tres apuntes a tener en cuenta, como cualquier objeto de baño hay que limpiarlo bien tras cada uso; si os decidís a comprarlo recordad que tiene que tener forma rectangular como la bañera para encajarla dentro y facilitar el vaciado; no caigais en la trampa de comprarla en la sección de bebés, buscad la piscina de igual forma y con la sujección central en la zona de jardín (mismo producto, mitad de precio).

Ahora, con dos añitos ya estamos probando el baño solo con una ALFOMBRA ANTIDESLIZANTE.
Con ella el culete está bien pegado a la bañera y no se desliza. Eso sí, la libertad de movimiento es plena por lo que hay que estar con 1.000 ojos.

¿Cómo va el momento baño de vuestro OLORABEBÉ?